En el ámbito empresarial, la comunicación y el lenguaje son una de las herramientas más importantes para garantizar la igualdad real entre mujeres y hombres. Así se reconoce en la Ley Orgánica 3/2007 para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, que otorga a la comunicación institucional un papel clave en la promoción de la igualdad de oportunidades en el entorno laboral.

El uso de un lenguaje inclusivo, la representación equilibrada de mujeres y hombres en los mensajes y canales de comunicación, y la atención a la diversidad son principios alineados con esta ley, y fundamentales para construir organizaciones más igualitarias y transparentes.

¿Qué recomendaciones se recogen en esta ley?

  • Comunica de forma puntual, pertinente y continua, favoreciendo un flujo informativo equilibrado y realista.
  • Diseña una estrategia de comunicación corporativa que contemple objetivos, públicos destinatarios, mensajes clave, canales, tiempos y recursos.
  • Asegura la eficacia de los canales y que los mensajes lleguen por igual a todas las personas, sin sesgos ni exclusiones.
  • Fomenta la bidireccionalidad o multidireccionalidad en la comunicación interna y externa: escuchar es tan importante como informar.
  • Responde: responder a mensajes o dudas refuerza la transparencia y la confianza.
  • Utiliza un lenguaje e imágenes inclusivas, libres de estereotipos de género y representativas de la diversidad presente y la que está por llegar.
  • Cuida el lenguaje no verbal: tono de voz, gestos, posturas o el uso del espacio también transmiten valores.

Para seguir avanzando por una igualdad real en la sociedad debemos avanzar también en el entorno laboral y empresarial. Hacerlo es una oportunidad para reforzar el compromiso ético de la empresa con este gran objetivo.