Alcanzar el residuo cero quizá suene idealista, pero hoy por hoy es una estrategia realista en muchas empresas. Avanzar hacia un escenario de residuo cero no consiste en conseguir eliminar todos los residuos que genera una empresa —algo casi imposible en la práctica—, sino en plantear una visión que priorice la reutilización y valorización de los mismos, evitando que se lleven a vertedero. Esta manera de trabajar trasciende el aspecto ambiental y es una estrategia que puede reportar muchos beneficios a las empresas.
Esto, en la mayoría de las empresas, implica rediseñar procesos, buscar soluciones de reutilización o reciclaje e implantar medidas que conviertan los residuos en recursos.
Para llevar a cabo esta estrategia, de manera general, se sigue un proceso que empieza en primer lugar por prevenir y evitar la generación del residuo, por ejemplo, eliminando embalajes innecesarios o digitalizando trámites. Cuando eso no es posible se debe avanzar hacia la reducción del volumen de residuos ¿cómo? Con mejoras operativas o tecnológicas que minimicen esos embalajes. Reutilzar y dar una segunda vida a los materiales y productos es otra pieza clave para conseguir el residuo cero. Si eso no es posible y no se pueden aprovechar directamente, se debe ir hacia el reciclaje y conseguir que tengan una segunda vida. También hay que tener en cuenta que algunos residuos pueden valorizarse convirtiéndose en energía o compost y si ninguno de estos pasos previos fuese posible y solo cuando no haya otra opción, se recurriría a su eliminación.
Cambio de mentalidad para seguir evolucionando
Pero llevar a cabo todo este proceso no es posible si previamente no se produce un cambio de mentalidad dentro de la propia organización, se dejan de ver los materiales como desechos inevitables y se empiezan a ver como un recurso mal gestionado.
Hacer este replanteamiento se traducirá en un ahorro económico, en mejoras operativas y de trazabilidad, en una mejora de la reputación e imagen o en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, entre otras ventajas.
En ISB Consultoría te acompañamos en el diseño e implantación de estrategias de residuo cero adaptadas a tu actividad y tus objetivos. Consulta a nuestro equipo.